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"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos"   SURda

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08-03-2009

 

Entre la mitología burguesa y la revolucionaria

SURda

El MLN-Tupamaros -la mayoría de sus militantes concientes- buscaba un camino para hacer una revolución socialista en Uruguay. Revolución superadora del capitalismo dependiente, del papel de vasallos en busca de nichos de prosperidad relativa que aseguraban crecimientos sin desarrollo. Y revolución socialista que nos apartara del modelo burocrático soviético.

Un libro reciente (1) escrito por un periodista, tiene el mérito de apuntar a algunos mitos en torno al viejo MLN-Tupamaros y, al mismo tiempo la desventaja de su origen.
No es el periodismo el vehículo mas apropiado para el análisis. En ensayo es mejor instrumento. El periodismo tiene otra desventaja. En el periodismo las declaraciones, las entrevistas son "guiadas". El periodista corta la declaracion, utiliza solo fragmentos que además, sirven a la idea principal que guía al articulista.
En este caso y a partir del capítulo cuatro, el objetivo es claro: se trata de justificar cierto camino político, la renuncia a la lucha armada y particularmente su negación para cualquier futuro previsible en Uruguay.
Sirve por tanto al molino de los "renunciantes" y através de ellos a los afanes de la burguesia política -y civil- blanqui-colorada, que es donde han ido a terminar ciertos escarceos "superadores" y hasta "revolucionarios" de "el chino" Alemañy (ahora se hace llamar "bazuca") y del "turco" Kimal Amir que recorrió desde el batllismo de Alba Roballo, el partido socialista, el partido comunista, la corriente pro-china y finalmente el MLN hasta que cansado de tantas aventuras volvió al puerto colorado de sus antiguos origenes.
Sin embargo, algunos de los testimonios del libro tienen el mérito de levantar voces militantes nobles y silenciadas en la denominada "historia oficial" (2). Esas voces- hay otras que prefieren todavía la anonimidad (y otras aún el silencio)- le dan frescura y autenticidad al intento de Leoardo Haberkorn.
El MLN-Tupamparos, la vieja organización tiene indudablemente sus mitos. Mitos y mitomaníacos particulares (3).
Fue sin embargo -y es el mérito histórico irrenunciable de toda una generación que cambió al Uruguay, que lo arrancó de su siesta liberal adocenada y corrupta.
Aún hoy, en el arco que va, desde ciertos fraccionalismos que no prosperararon (micro-fracción, renunciantes, seis-puntismo) hasta el cretinismo parlamentario del actual MPP, los hombres, sus militantes, gozan de un prestigio ante el pueblo uruguayo y su mundo político que es una carta de presentacion honrosa. En el colectivo popular ser tupa, o haber sido alguna vez tupamaros ubica en pasados que se valoran positivamente. En Uruguay, en America Latina y en el Mundo. Para desgracia de la burguesía uruguaya, para desgracia del imperialismo, para desgracia -inclusive- de cierta izquierda. No es el pasado familiar y batllista del Sr. Kimal Amir, ni el pasado blanco-relativo (fue "chino") del Sr. Alemañy lo que los hace potables (y tolerables) en sus actuales cubículos burgueses tradicionales. Es su pasado tupamaro. Sin eso no son nada, no tienen valor. Lo saben ellos y lo sabemos nosotros.
Este es el cimiento firme, de un pasado honroso, desde el cual los viejos militantes -los que no se han arrepentido, ni renunciado- pueden examinar el presente de apostatías múltiples y escuadriñar el futuro. Mirar de frente a los que los superarán. A los que vendrán y nos vencerán -"con honor en vosotros" valgan las palabras que Rodó puso en la boca del viejo maestro Próspero en su despedida.
En este presente, lo que se derrumba francamente es cierta "historia oficial" que representa cierto senador con pasado revolucionario. La historia que hizo él y otros que son co-responsables y que tambien son "históricos"(4).


Y para ser mas claros separemos a estos "historicos" de cierto(s) colado(s) (5).


El MLN-Tupamaros -la mayoría de sus militantes concientes- buscaba un camino para hacer una revolución socialista en Uruguay. Revolución superadora del capitalismo dependiente, del papel de vasallos en busca de nichos de prosperidad relativa que asegurarban crecimientos sin desarrollo.

Ese otro camino lo intentó la burguesía uruguaya a la salida del Terrismo y a lo largo de los años 40, 50 y 60. Se trataba de un camino imposible. No lograron superar el batllismo primigenio. En la búsqueda fracasó el Sr. Luis Batlle Berres y su fracción burguesa colorada y fracasó tambien la burguesía política blanca, desde el Sr. Luis Alberto de Herrera a todos los epígonos nacionalistas que vinieron después desde la UBD al Sr. Ferreira Aldunate. Fracasaron. Tanto la burguesía política (blanqui-colorada) como su sustento material la burguesía uruguaya real en sus tres esferas principales: la capitalista agraria, la capitalista industrial y la capitalista financiera.
En el Uruguay del Sr. Pacheco Areco llegaban a los ministerios los asesores jurídicos de las Cámaras burguesas para imponer los "ajustes" que el imperialismo exigía a través de documento contractual y obligatorio: las Cartas de Intencion.
Pero a la sombra de la macro-política, de las grandes líneas que discutian en los ministerios los "profesores" como Peirano Facio y los políticos incapaces y sin idoneidad estaba la corrupción. Burguesamente en el Uruguay democrático, representativo, electoralista y cuidadoso de las fórmulas, desde los Entes Autonomos y los Servicios Descentralizados (hasta ciertos eufemismos tienen...su historia!!!) se robaban los recursos de todos para hacer clientelas políticas, para prostuir la democracia con el abuso y la arbitrariedad y, desde la Policía y el Ejercito más de un alto Oficial y Caballero, se ganaba "oficialmente" con el contrabando lo que le faltaba a las necesidades que él mismo se fijaba (6). Los transportes aéreos militares y hasta las embarcaciones de la Marina de Guerra deslizaban por las aduanas los "matutes" ante los que cerraban los ojos las autoridades aduaneras, los colegas de la Institución, los Tribunales de Honor y los cargos políticos electos para gobernar y administrar correcta y honradamente bienes que eran de todos pero que servian para el enriquecimiento ilegitimo de algunos.
Es en este marco "democratico"fué que surgió la guerrilla. Y se afianzó ante la incapacidad y la cobardía  de los civiles y en la mano de los militares. Uruguay era una dictadura larvada, orillada de legalidad en la que no creían ni el Sr. Heber (padre) ni muchos ministros que todos fueron golpistas y andaban tocando el timbre en la puerta de los cuarteles.
Y la vuelta a la democracia- Ah, la "rendija" democrática por la que susperaba cierto senador de origen zapatero y comunista!!!, recibió en su momento la crítica certera de Carlos Quijano, que sabía muy bien lo que son los golpes "buenos" y los golpes "malos" y como toda la generación de nuestros padres, fue estafada por personajes como Juan Jose Gari, que inició solo lo que despues repitiría junto a todas las momias vivas del viejo terrismo, desde Demicheli a Charlone.
Esta muy bien iniciarse en desmitificaciones, auque estas sean periodisticas, pero no creemos o fomentemos otras nuevas.
No sostengamos el pacifismo a toda costa y en todas las circunstancias porque ese es un camino que no alumbra futuros.
El pueblo, cuando es mal gobernado tiene derecho a la insurrección. Tiene derecho a obligar por la fuerza a sus gobernantes, con las armas en la mano. No hay otro camino. A esto se llamaba en la vieja ideologia liberal "el derecho a la rebelión". Hoy el neo-liberalismo que esta en crisis definitiva después de 30 años de machacona insistencia, nos abre los ojos ante pacifismos desaforados. Porque la que inicia siempre los caminos de la ilegalidad no son las clases subalternas, sino las clases dominantes cuando sus formas de dominio tradicional estan amenazadas. Así fue antes en Uruguay y será -de nuevo- en el futuro. Hace bien poquito, el Sr. Bertolotti, fue muy claro sobre el tema, y entonces gobernaba el Frente Amplio.

El MLN-Tupamaros fue derrotado. De eso no hay duda.
Fue derrotado porque el crecimiento que provocaba su accionar en la opinión -particularmente entre los sectores dinámicos de la sociedad uruguaya, que son los que cuentan en todo proyecto transformador- no supo conducirlo por caminos nuevos.
El resto de la izquierda tampoco. Unos parapetados en un parlamentarismo agotado y que sus cultores mas acendrados -los politicos profesionales blancos y colorados- se preparaban para liquidar. Los otros en un militarismo que ya había motivado una fracción (la mal denominada "microfraccion").
La izquierda uruguaya tenía -y sigue teniendo- una visión exclusivista, sectaria, de vanguardia única. Es, mero estalinismo reciclado y aveces renovado con múltiples parches porque la historia no pasa en vano, pero es eso: exclusivismo de partido único. Y esa pretensión de unicato es alimentada por las clientelas que se benefician a lo largo y a la sombra de los comites centrales o los denominados secretariados ejecutivos. Al lado de eso, en las organizaciones funciona tambien el sectarismo interno, el que no tolera discutir, ni escuchar a los que critican, cuestionan o presentan dudas antes los proyectos de lineas de acción. Los "renunciantes" del Sr. Lucas Mansilla, del "turco" Kemal Amir, del "chino" Alemañy practicaron mucho desde su aparatismo de las "coberturas millonarias" este sectarismo interno. No pueden ahora hacerse los inocentes.
La derrota del 72 no fué solo un requiem por la izquierda armada, fué el requiem de la izquierda. El ascenso de la tiranía.
El reformismo sobreviviente aprovecharía la oportunidad para atacar a la izquierda revolucionaria. Y lo sigue haciendo, como lo hizo en la Huelga General.
No es casualidad que en el libro, éste episodio, figura escasamente. Un mera referencia. Y, sin embargo, fue la resistencia más seria del pueblo uruguayo al proyecto de la tiranía militar. Aquella Huelga mostró ante la sociedad uruguaya entera el potencial de la clase obrera sindicalizada. Era el paladín democrático más firme de la sociedad toda.
Pero esa vanguardia social la construyeron - a lo largo de más de una generación- los anarquistas y los socialistas y después tambien los comunistas. El último llegado fue el MLN-Tupamaros, que tomó cuadros del movimiento sindical para lanzarlos al accionar guerrillero y nunca desarrolló -como organización- ni un solo documento de análisis, de táctica o estratégia para su múltiple militancia de origen obrero y sindical. No protagonizó tampoco Comites Centrales Ampliados con los dirigentes y militantes obreros como lo supo hacer el PRT-argentino. El de Santucho. (7).
De su resistencia "en la clandestinidad y en el 73" el Sr. Alemañy ni toca el tema de la Huelga General. Pero quizá esta allí el optmismo de las muchachas y muchachos que querían lucha y necesitaban luchar y que él, de émulo de los 33 en "la Graseada" ningunea!!!

No es ninguna casualidad, es una verdadera confesión de impotencia política. De su fracción en ciernes y tambien de la "Tendencia Proletaria". En la Huelga General, con los recursos que tenian, cuadros militares, armas, personal, no tenian nada que decir. Y lo sabemos todos los militantes tupamaros que salidos de los cuarteles hicimos parte de aquellas jornadas. Ante la lucha de las masas reales, no tenían nada que aportar, nada.
El pacifismo descubierto ahora por Alemañy o por Amir, inclusive su invocación de que pararon la lucha armada son...pamplinas!!!!
No pararon nada, la lucha continuó bajo otras formas y ellos estuvieron ajenos a todas ellas, porque emprendido el camino de las divisiones, el proceso, en general, no para. Mire el que quiera como están ciertos partidos comunistas desde cuando se les cayó el Muro de Berlin y lo que ha pasado después.
Digamos unas palabras más, en un tema que es largo. El autor cita al final del prólogo algunas reflexiones con las que estamos completamente de acuerdo, después las desdice con su aceptación de las tesis de ciertos antiguos renunciantes, pero citémosla. porque es válida.

"El Uruguay de hoy seguramente es más desigual que el de los años sesenta. La pobreza es mayor y más violenta que cuando Sendic organizaba las marchas de los cañeros para que los montevideanos pudieran descubrir que también había miseria en la Suiza de America".
Hoy para ver miseria basta con detenerse cinco minutos en cualquier esquina del país. En la misma cuadra donde está el apartamento de Mario Benedetti, donde nació este libro, en lo más céntrico de Montevideo, hay niños que duermen tirados en la vereda, sin siquiera un cartón sobre el cual acostarse, mugrientos, descalzos, condenados ya a la pasta base."
Los motivos para rebelarse no faltan. Por el contrario. Cualquiera, con un mínimo de sensibilidad, puede sentir que la sangre le hierve al ver lo que somos, lo que tenemos y hacia donde vamos"
Para aquellos que todavía son capaces de indignarse, para los que todavía pueden sentir rabia, para nosotros es ese libro"

Los mitos del MLN-Tupamaros necesitan ser examinados. En el periodismo, en el ensayo, en el libro de historia seria, pero una cosa es segura. De los errores de los tupamaros se puede aprender mucho, porque sus aciertos y sus errores fueron los de una época en que la revolución no estaba madura en la conciencia popular de amplias masas, y no había madurado tampoco la necesidad de la unidad en la izquierda. Mucho nos faltó, menos la voluntad de cambiar en serio la sociedad entera jugándonos la vida en el intento. Y de eso no se arrepiente nadie.
Leonardo Haberkorn es un hombre joven, creció con la nueva generación, en los años de plomo, pero no es tan ingenuo como para no observar el presente actual.
Y por eso justamente, para que siga escribiendo asi, debe saber que la huella revolucionaria que trazó Sendic y sus tupamaros -aún con sus errores- esta vigente.

(1)"Historias tupamaras" Nuevos testimonios sobre los mitos del MLN, Ed. Fin de Siglo 2008, Leonardo Haberkorn, 214 pgs.

(2) Anibal de Lucia (el Kaqui), Efraín Martinez Platero, Enrique Rodríguez Larreta son las voces mas notorias de militantes probados y....silenciados por la "historia oficial", asimismo el testimonio de Luis Nieto. A todos ellos los silencia la "historia oficial del Sr. Senador Eleuterio Fernández.
La "historia" del Senador Fernandez exceptuando el Primer Tomo (el más apegado a la realidad) es una justificación política de sus aspiraciones al liderazgo. Pero a los tomos de marras se agregaron puntualmente ciertos anexos. El historiador del futuro que se tome el trabajo elemental de comparar las fechas de edición con las de otros documentos aparecidos y publicados después, comprobará contradicciones importantes . Las revelaciones del contra-almirante Marquez, por ejemplo, motivarán "La tregua armada". Asi como "el viraje" al cretinismo parlamentario franco motivará "En la nuca". Todos intentos de este baqueano "urbano" de borrar las huellas y cambiar la pisada de sus antiguas agachadas y fechorías.
El valor histórico propiamente dicho, es nulo, como los investigadores del futuro rapidamente lo comprobaran.

  (3)Los testimonios de Mauricio Rosencof y del Sr. Luis Alemañy pertenecen a la categoría del autobombo personal y la figuración. Rosencof es un "colado" de gran formato. No en vano hizo sus primeras armas en el "golpe comunista" contra Eugenio Gomez, en la patota golpista del Sr. Arismendi.

(4) En la "oficialidad" de la historia cabe mencionar la intervención intencionada de los medios de difusión burgueses, privados y empresariales, como dios manda. Es una especie de "selectividad" demasiada avisada para ser casual. La carta de renuncia de un "histórico" con toda la barba el Ing. Maneras Lluveras nunca son mencionadas. Los testimonios de otros "histórico" como Efraín Martinez Platero (hasta este libro) tampoco. Y los testimonios de cudros militares importantes como Perdomo (autor del libro "Yo soy Rufo y no me entrego") o del fenecido Mas Mas son evitados cuidadosamente. Todos ellos no son los "fogoneros" por los que clama el Senador Fernández en la necrológica de otro militante: Arturo Dubra. Son reacios, matreros, altivos, soy y fueron....tupamaros!!!

(5) Es muy acertada la observación de Martinez Platero que reproduce Haberkorn (p. 21) de que la prensa "ha hecho "lideres históricos" a algunos, como Rosencof que nunca lo fueron". Rosencof para desgracia de sus pretensiones y su egolatría personal nunca lo fue.
Originariamente perteneció al Partido Comunista, al "aparato" para ser más exactos. Y de las prácticas de aquel tiempo trajo (y mantiene) todos los rasgos burocráticos y estalinistas de aquella formación. En Punta de Rieles provocó el rechazo de dos celdas de su pabellon (el B) por sus escandalosos diálogos con el Crnel. Albornoz. Después de la liberación, nunca descuidó su afán de autobombo. Cierto librito de "Dialogo" con el Gral. Seregni, lo ilustra perfectamente bien. En él Seregni demuestra que siempre (acuerdos y diferencias apartes) fue un hombre serio, el Ruso, en cambio, es un charlatán. El libro es un exelente espejos de todas sus debilidades en materia de ideologíia y criterios.
Sus intentos del "vaso de leche" para los niños junto a cierto torturador militar notorio -y por televisión- fue otra foja de su triste prontuario. Y su último y mas notorio esfuerzo -mezcla de patrioterismo y oficialismo trasnochado- el que queria hacer ante los piqueteros argentinos, demuestra una vez más que "desastre con patas" es el Ruso. (Para no hablar del capítulo que protagonizó en Suecia y que todavía es recordado tristemente).

(6) Sobre el tema del "contrabando" en plena legalidad institucional burguesa, habla perfectamente claro el testimonio del kaqui de Lucía (p.24). Y es tan meridiano el ejemplo que no vale la pena agregar mas detalles.

(7)En sus críticas al internacionalismo, al MIR o al ERP, aparecen tambien las críticas a Cuba. Son, sin embargo, críticas de derecha. Se insiste en la cantinela de la "sociedad abierta" versus "dictadura" caballito de batalla del neoliberalismo que agoniza. Varios de los entrevistados de este libro arrojan su grano de observación crítica (y decepción) sobre algunos aspectos de la linea que se impulsaba por algunos responsables cubanos en Cuba. Sabiendo quién era "el Willy", sabiendo la importancia que tuvo y sabiendo como terminó, preferimos por múltiples motivos dejar las cosas por acá. Pero digamos tambien que cuando se está recibiendo apoyo de otro país hay que saber mantener la independencia de criterios y defenderla. Sendic sobre el tema fue muchas veces muy claro.

No son nuevas además, las discrepancias que más de un tupamaro tuvo en Cuba con ciertos oficiales. El Tambero Zabalza sobre el tema puede hablar, lo mismo Falero Montes de Oca y dijo mucho también de su experiencia cubana "el Negro" Vidal, compañero fundador y fenecido. Y sin embargo, y pese a todo Cuba aportó mucho a todos nosotros. En lo personal para algunos (formación, educación) y en lo colectivo.
Otras experiencias en el plano latinoamericano eran bien valiosas y no estaban en el Caribe, sino en el mismo Cono Sur. Tanto en Chile como en Argentina. En el clima internacionalista-latinoamericano, en la legalidad allendista, hubo múltiples posibilidades de interiorizarce de esos desarrollos, de dialogar con sus protagonistas, de integrar internamente más de una experiencia. Porqué no se hizo es el tema deben asumir las corrientes o fracciones que se disputaban el poder en "la guacha". Tanto los "renunciantes" como "La Corriente Proletaria" que pese a todas sus alharacas estaban "infiltrados".

Colectivo ARGOS

 

Comentarios:

Estimados Compañeros: algunas aclaraciones que hacen al artículo sobre el libro “Historias Tupamaras” de Leonardo Haberkorn. Creo que en principio el libro tenía el cometido de fijar los puntos de vista de los a mi criterio mal llamado “renunciantes”. Cuando Haberkorn me llamó para hacerme una entrevista, por supuesto no me mencionó quienes eran los otros entrevistados, cosa que es una práctica usual por estas latitudes y dijo que el libro apuntaba a informar a la juventud que seguía interesada en saber la historia verdadera de la Orga. Ya me había pasado con Alfonso Lessa que lo ayudé para la tesis de Ciencias Políticas, y con eso escribió “La Revolución Imposible”. La falta de conocimiento del MLN(T) por parte del periodista, y lo que vierten algunos de los que fueron los dirigentes de “Nuevos Tiempos” desvirtúan el primer objetivo del libro, que era la de fundamentar que ellos no eran los responsables de la derrota del MLN(T), como los acusa El Ñato en el libro sobre el exilio. En la necesidad de mantener una imagen consecuentes con sus actuales convicciones políticas, eluden la discusión con El Ñato y se dedican de alguna manera a ensuciar la historia del MLN(T) cosa que es totalmente lamentable, y que los aleja totalmente de los hechos que se sucedieron en la época y que transforman al libro en una especie de limpieza personal y no en un material que sirva para esclarecer.

Aclarado esto, hay muchas cosas que no comparto del artículo de ustedes, porque si bien están de acuerdo en desmistificar, ustedes lo hacen selectivamente, ergo siguen con la mística, y realmente considero que lo que debe interesar son las ideas y los hechos para sacar conclusiones con vistas al futuro, y no los nombres ni los personajes que son parte de la historia mediática actual. Fraternalmente Aníbal De Lucía.-

PD: A Alemañy le comenzamos a decir Bazuca en Punta Carretas, a principios o mediados de 1970, debido a que le tiró un bazucaso con el famoso T2 a una chanchita rompiendo el vidrio, pero no explotó porque olvidó de sacarle el seguro al proyectil. No es que se haga llamar así ahora. “ Kaqui” se escribe así. Se los aclaro por respeto a uno de los que me puso el apodo, Leonel Martínez Platero, que en realidad no tiene mucho que ver con Luis Efraín Martínez Platero a pesar de ser hermanos.






 

 

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